¿Resultados diferentes, haciendo lo mismo?

Hacer cambios de vida no es cosa fácil. Si tienes la decisión de mejorar tu alimentación no quieras tener resultados diferentes haciendo lo mismo, como dice el dicho.

Hacer cosas nuevas que nos obliguen a salir de nuestra zona de confort es una buena forma de lograr resultados distintos, al mismo tiempo que recuperamos confianza en nosotros mismos.

Todos comenzamos con miedos: ¿podré lograrlo? ¿tendré la fuerza de voluntad de cambiar mi forma de comer? ¿podré vencer la desidia? Vivimos rodeados de comentarios –la mayor parte negativos, de personas que han intentado dietas, usar medicamentos o incluso someterse a procedimientos quirúrgicos con el afán de hacer un cambio de vida y no lo logran.

Son infinitas las acciones que podemos realizar. Y sin embargo, muchas personas limitan su operar y se conforman con unas cuantas. Todas esas son limitaciones impuestas o por el ambiente en que nos desenvolvemos o bien, por la comodidad con que se quiere vivir.

Paulatinamente recuperaremos confianza en nosotros mismos, asombrándonos de lo que sí somos capaces de lograr, y haremos las paces con nosotros mismos. Al recuperar la confianza habremos recorrido la mitad del camino, pues estamos abiertos a aprender, cambiar, ser personas más sanas.

 



  Pequeños cambios

Disfruta tu alimentación. Consume alimentos de tu agrado, sustituye ingredientes por opciones más saludables, trata de ver la comida como un momento agradable y de convivencia.

1. Dale variedad a tu alimentación.  Sal de tu zona de confort. Toma el riesgo de probar alimentos nuevos y reconocer su sabor. No todos los alimentos nos aportan los mismos beneficios, al variarlos ayudamos a que nuestro cuerpo obtenga todo lo que necesita.

2. Escucha a tu cuerpo. Es indispensable detectar cuando comemos por hambre o por ansiedad, tristeza, estrés, para así detectar cuando debemos detenernos.

3. Comparte tus alimentos. Rodéate de personas con actitud positiva, comparte con ellas tus objetivos de salud. Disfruta su compañía y hagan un equipo. No estas solo, todos queremos a alguien que nos apoye e impulse a lograr nuestras metas.

4. Empieza a moverte. Camina con la familia, sal a bailar, mantente en movimiento. No es necesario ser deportista de alto rendimiento para gozar los beneficios de la actividad física en tu salud. Recuerda ¡nunca es demasiado tarde para empezar!


Actividad Física: Beneficios Físicos y Psicológicos

Beneficios psicológicos del ejercicio
1. Mejora la calidad del sueño
2. Ayuda a estar más activo y tener mayor energía durante el día
3. Ayuda a manejar el estrés y ansiedad de la mejor manera
4. Mejora estados de depresión
5. Aumenta la autoestima

Beneficios físicos del ejercicio
1. Ayuda a manejar la presión arterial
2. Incrementar el colesterol “bueno” (HDL) y disminuir el “malo” (LDL)
3. Perder el exceso de peso o mantener tu peso
4. Reducir el riesgo de padecer obesidad, diabetes, enfermedades del corazón, presión alta, osteoporosis y algunos tipos de cáncer


Mucha gente cree que se requiere dedicar mucho tiempo y esfuerzo para gozar de estos beneficios. Incluir el deporte en nuestra vida diaria, con poco tiempo libre, mucho estrés y responsabilidades, puede parecernos un objetivo poco realista.

Recuerda, pequeños cambios son los que hacen grandes diferencias. No es necesario ser deportista de alto rendimiento para gozar los beneficios de una carrera diaria por 15 minutos, jugar futbol, voleibol o basquetbol por sólo 15 minutos.

¿No estoy listo para tanto? Con una caminata rápida o subir y bajar escaleras por 30 minutos es suficiente para empezar a movernos, a liberar el estrés y a gozar de una vida más equilibrada. ¡Más fácil aún! Ni siquiera es necesario hacer los 30 minutos seguidos. Estudios señalan que existe un beneficio en salud incluso cuando la actividad se acumula a lo largo del día.

Haz conciencia y empieza por esos pequeños cambios que harán la gran diferencia. Camina con la familia, sal a bailar, mantente en movimiento. No lo pienses más y empieza a hacer ejercicio desde ahora.